Con vestido de oropel,
cubriendo su desnudez,
derramando va perfumes,
por la calle del desdén.
Con la tristeza de su alma,
reflejada en la mirada,
y la mueca en la sonrisa,
va vendiendo sus caricias.
Y si aparenta alegría,
por la música embriagada,
bajo tenue luz bañada,
en un viejo cabaret;
es tal vez porque recuerda,
la razón de su existencia:
un par de manitas blancas,
la carita de inocencia,
la pregunta que atraviesa
despidiendo en el umbral:
-¿Para dónde va mamita?,
dos ojitos que suplican:
-¡Quédese un ratito más!
-Ya regreso mi angelito,
lo veo en la mañanita,
tengo que ir a trabajar,
quédese con su abuelita...
Esa carita inocente
tiene su alma atravesada,
y esa voz, como campana,
repica en su soledad;
le recuerda las promesas,
que un día le hizo en la fuente,
el que robó su inocencia,
aquel hombre de papel;
como todo buen cobarde,
se marchó en aquella tarde,
y jamás lo volvió a ver.
Luego vino la maquila,
el despido, la ignominia,
y aquella voz suplicante:
-Mamita tengo mucha hambre,
¿qué tiene para comer?...
Por eso al caer la noche,
con su carita pintada,
va recogiendo miradas,
y ofreciendo sus amores,
ella sabe que muy pronto,
cuando llegue la mañana,
se redimirá en las aguas,
de la sonrisa de su hijo...
Ave Fénix
Cuantos en el mundo señalan,acusan,condenan a estas mujeres sin saber las desgarradoras historias de sus vidas,,no se ponen en su situacion por un instante, ni analizan el porque del extremo de vender su cuerpo, les llaman "mujeres de la vida alegre" que crueldad!!! cuando la realidad es que son victimas de la pobreza, la marginacion de los gobiernos, de la sociedad, cuanta injusticia en contra de estas mujeres que tambien son madres, hijas, hermanas.Tambien estas los que se lucran de su condicion precaria y las explotan sin que nadie las proteja de tanta humillacion....
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