"Toda la oscuridad del mundo no puede apagar la luz de una sola vela"
Martin Luther King
Frente a la mentira del mundo, la verdad del corazón debe prevalecer, y la luz de la Revolución, debe iluminar el camino de los hombres y las mujeres comunes, que son la verdadera esperanza de esta humanidad; humanidad que se sumerge cada día mas en las tinieblas del vicio, de la mentira, del crimen y la injusticia, engendrados y bien alimentados por un sistema, paradójicamente creado por humanos, pero en el cual, el humano común no es mas que un numero, una mercancía, fuerza laboral que solo paso del vasallaje feudal a la esclavitud de las colonias, del mercado, y que luego, por la necesidad de consumidores, se convirtió en el nuevo "hombre libre"; libre de consumir todo lo que el sistema produce, con su "holgado" salario de subsistencia que el mismo sistema define, libre de avasallarse al imperio, libre de escuchar los cantos de sirena de los testaferros de la muerte, libre de trabajar hasta quedar sin fuerza y luego morir en el mas absoluto abandono y miseria.
Libre de formar una familia para poder engendrar nuevos obreros que continúen el ciclo de la esclavitud descarada de libertad. Libertad vendida, libertad comprada, libertad nunca tenida pero siempre añorada; libertad mal comprendida, libertad mal enseñada, libertad esclavizada, libertad metalizada, libertad, palabra hueca en las fauces de los padres de la mentira, los nuevos satanases, que son tan viejos como el deseo de ser libres de los Mesías comunes, como el deseo de liberar a su gente de los Muertos Gigantes, los que se pudrieron en las cárceles, en los cerros, en las sierras y en los montes, en las ciudades y en los campos del mundo entero, que tiñeron con su bendita sangre los ríos, lagos y mares, los muertos por la vida, los siempre vivos, los nunca muertos, los que alumbran el camino y señalan la victoria, los Mártires del Pueblo, los Ángeles de la tierra, ¡¡Gloria a los Mártires!!, es el grito de batalla.
¡Bienaventurados los pobres! -aúllan los cómplices del suplicio-, goza en el mas allá, sufre en el mas acá, es la voluntad del dios que es el dueño del oro y la plata; los rebeldes, hijos del diablo son, los mansos son hijos de dios, si alguien te obliga a trabajar un día, trabaja dos para el, y no te olvides de poner la otra mejilla, es la voluntad de dios, amen.
Sigan, sigan tumbas encaladas, encadenando al humano con su dios de sufrimiento y hambre, sigan su contubernio con el poder y el dinero, sigan bendiciendo ejércitos para que vayan a masacrar a los indefensos, sigan mientras tengan tiempo, ya el hacha esta puesta a la raíz de los arboles del mal, y lejano no esta el día en que en que arderán en el fuego eterno del Pueblo y su verdad, el Dios de la vida y la justicia, esta con el Pueblo y bendice su Revolución.
Si el amigo falla en la hora mala, no era amigo, era un falso; si el compañero, al llegar al poder, se envilece y se emborracha con el, si se vuelve autoritario y arrogante y se olvida de los suyos, no era compañero, era un buitre que ahora come de las entrañas de los caídos, si el maligno te amenaza con metralla y con miseria, defiéndete con el fuego de tu palabra y tu puño levantado, no te rindas, no desmayes, que si oscuro se aprecia el horizonte, es que ya muy pronto amanecerá.
Libertad es el anhelo, libertad es la consigna, libertad es la bandera, Revolución el camino de los Hijos de Cuscatlan.
Patria o muerte
¡¡Venceremos!!
Ave Fénix
Cuanta verdad y razón en lo que escribes!!! venceremos!!
ResponderEliminarGracias mily, así será.
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